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Trazando Ruta

Museo del genocidio camboyano Tuol Sleng (S-21)

Una de las visitas imprescindibles para empatizar y sobre todo entender el carácter de los camboyanos, pasa por visitar este atroz lugar: el museo del genocidio camboyano Tuol Sleng o instituto S-21 situado en Phnom Penh. Recomiendo visitar primero el Tuol Sleng y después los campos de exterminio o killing fields Choeung ek para tener una visión completa de lo qué pasó en Camboya. Puede que llores, que tengas el corazón en un puño, pero es ¡tan necesaria su visita! No sólo para darle voz a un pueblo ahogado, sino para que la historia no se repita nunca más.

¿Cómo surgió el movimiento de los jemeres rojos?

Sin entrar en detalle de la guerra civil que hubo en Camboya hasta 1975, voy a explicarte muy brevemente en qué contexto nace el ejército de los jemeres rojos.

Corría el año 1970, cuando el príncipe Norodom Sihanouk quedó desplazado del poder después de haber sido acusado de autorizar que las tropas del Vietnam del Norte establecieran destacamentos en la frontera entre Camboya y Vietnam. El general Lon Nol ejecutó un golpe de estado y, con el apoyo de los EE.UU, proclamó la república jemer.

Lon Nol declaró la guerra a las fuerzas comunistas vietnamitas y se inició su persecución y ejecución. Camboya se vio totalmente inmersa en el conflicto indochino, dónde EE.UU financiaba la guerra y bombardeaba el país y el gobierno de Lon Nol se enriquecía a costa del pueblo camboyano.

Mientras tanto, los jemeres rojos aprovecharon para vender su movimiento entre los campesinos y crearon finalmente un ejército dónde era la China la que proporcionaba armamento. Mientras ellos ganaban territorio, oleadas masivas de refugiados llegaban a la capital, Phnom Penh, asfixiándola y devorando sus recursos, dónde Lon Nol y su rico gobierno proestadounidense se iba, poco a poco, hundiendo.

Hasta que el 17 de Abril de 1975, el ejército revolucionario de los jemeres rojos liberó (que más bien evacuó) la ciudad de Phnom Penh para instaurar la Kampuchea democrática y someter este país a uno de los mayores infiernos que ha visto la humanidad. Bajo la batuta de Pol Pot y sus guerrilleros jemeres rojos, se inició hasta 1979 una atroz dictadura que cobró la vida de al menos 1.500.000 personas (y hasta 3.000.000 en algunas fuentes) en 4 años.

Dictadura de Pol Pot

Para no alargar mucho la historia de los jemeres rojos y todo lo que conllevó la dictadura de Pol Pot, voy a resumirte algunas de las claves para entender las bases ideológicas establecidas en la Kampuchea democrática y algunos datos de la dictadura.

  • Año cero: clasificar la sociedad y purgarla para acabar con «lo anterior» y empezar una nueva época, el año 0.
  • La primera medida fue evacuar las ciudades hacia zonas rurales para poner a toda la población a trabajar al campo, por supuesto, desplazándose a pie.
  • El objetivo principal fu dividir el país en distintas zonas y regiones y transformarlo en una gran cooperativa de arrozales.
  • Se abolió el dinero, la tecnología y la religión.
  • No se supo de Pol Pot hasta la llegada de los vietnamitas en 1949, por tanto, la población sólo conocía al «Angkar», es decir, la organización (altos mandos que residían en la abandonada Phnom Penh).
  • De los campos de reeducación, rara vez se volvía, pues éstos se convirtieron en campos de exterminio que estaban esparcidos por todo el país.
  • Los castigos y motivos de «purga» eran muy fáciles de conseguir pues entraban en ella por ejemplo todo aquél que llevase gafas (símbolo de ser estudioso), tener una carrera o estudios superiores, coger arroz de más o fruta para consumo propio, trabajar lento, criticar al Angkar, etc…
  • Los niños eras «reeducados» para delatar a sus padres si éstos cometían alguna irregularidad y muchos de ellos pasaban a ser soldados a muy temprana edad.
  • Vestían todos igual: ropa de campesino negra, sandalias de caucho (o descalzos) y un pañuelo tradicional llamado Krama.
  • La comida estaba racionada y era muy escasa.
  • Los componentes de las familias se separaban en campos distintos y los niños eran «reeducados», de ahí que muchas familias todavía a día de hoy no sepan qué pasó con sus seres queridos.
  • Las mujeres eran obligadas a casarse y a procrear para el régimen.
  • Las mujeres embarazadas continuaban trabajando en el campo por lo que los abortos eran frecuentes.
  • Pol Pot prefirió matar de hambre y enfermedades a su población que matarla a base de armamento pues la munición tenía un valor.
  • Camboya es el primer país del mundo dónde ha habido más cantidad de desapariciones forzadas de personas dónde éstas, probablemente, se encuentran en fosas comunes y, en segundo lugar, se encuentra España.

Instituto S-21 Tuol Sleng en Phnom Penh

El S-21 o «oficina de seguridad 21» fue el mayor centro de interrogación secreto dónde se torturó y ejecutó todos aquellos considerados «enemigos del estado» de la Kampuchea democrática de Pol Pot.

Situada en la abandonada Phnom Penh, miles de personas, de distintas nacionalidades, fueron llevadas al antiguo instituto Tuol Svay Prey y fueron acusadas de crímenes que no habían cometido, obligadas a declarar falsedades, torturadas y ejecutadas dónde, a la llegada de los vietnamitas al 1979, sólo sobrevivieron 12 personas, entre ellas, 4 niños.

museo del genocidio camboyano
Imágenes reales de cómo tenían a los presos en Tuol Sleng los jemeres rojos.

Se dice que por la prisión S-21 Tuoel Sleng pasaron unas 20.000 personas, todas ellas provenientes de distintas partes de Camboya, extranjeros provenientes de Vietnam, Laos e incluso Australia e Inglaterra, además de cargos internos de los jemeres rojos considerados traidores. La mayoría murieron ejecutadas, ya sea en el campo de exterminio de Choeung Ek o bien en las proximidades de la prisión. Otras, simplemente murieron por enfermedades debido a las condiciones anti-higiénicas del lugar.

Museo del genocidio camboyano

La prisión S-21 y actualmente el museo del genocidio camboyano, constó del antiguo instituto Svay Prey y del colegio de primaria Tuol Sleng.

En tu visita podrás encontrar 4 edificios: A, B, C y D dónde las aulas de los cuáles se convirtieron en centros de interrogación y tortura y en diminutas celdas hechas de ladrillo o madera, así como en habitaciones más grandes dónde cabían entre 40 y 50 personas.

Además, podrás ver en qué condiciones tenían atados los presos a través de una serie de imágenes reales, así como algunos elementos que se recuperaron y que a día de hoy están expuestos.

museo del genocidio camboyano, tuol sleng
Una de las camas en las que encadenabana a los presos. Tuol Sleng S-21, Camboya

En una de éstas habitaciones, el director y diseñador de la prisión S-21, Duch (el cuál escapó a la llegada de los vietnamitas y no fue condenado hasta 2010), tenía su despacho y, en otra habitación, se documentaba absolutamente todo aquél que pasaba por Tuol Sleng.

Cuando Duch escapó, no tuvo tiempo de destruir todos los documentos y evidencias de las atrocidades que esos edificios habían vivido los últimos años y, gracias a ellos, a día de hoy podemos verlo reflejado en el museo del genocidio camboyano S-21.

Una de las cosas que más impresionan del museo son las miles de fotografías de los prisioneros que estuvieron en la S-21. Muchas familias han pasado por aquí en busca de respuestas a la repentina y falsa desaparición de sus más queridos.

Otro de los lugares dentro del museo del genocidio camboyano que más pone los pelos de punta es el edificio D, dónde se exponen los elementos de tortura utilizados por los jemeres rojos así como el antiguo patio del instituto, dónde hay las tumbas de algunos presos y uno de los métodos de tortura que utilizaban, el ahorcamiento.

museo del genocidio camboyano s21
Gallow torture, para los niños un lugar dónde hacer ejercicio, para los jemeres rojos, un método de tortura

En el método de tortura anterior que muestra la imagen, los jemeres colgaban boca abajo a los prisioneros, maniatados por detrás de la espalda, mientras los interrogaban y hasta que perdían la consciencia. Para volverlos a despertar, los sumergían en los recipientes de la imagen, que estaban llenos de heces y agua sucia que utilizaban a la vez como fertilizante de las terrazas de cultivo que tenían en el mismo patio.

Cómo vivieron los prisioneros

  • La prisión s-21 estaba rodeada de un cableado eléctrico para evitar la fuga.
  • Además, los pisos superiores estaban cubiertos por una malla con pinchos para evitar los suicidios, pues estaban prohibidos.
museo del genocidio camboyano s21
Alambrado que impedía el suicidio de los presos en la prisión S-21
  • Los interrogadores y trabajadores de la prisión revisaban minuciosamente los grilletes de los presos en busca de elementos que pudieran hacer que éstos se suicidaran.
  • Cuando un preso llegaba a Tuol Sleng, era fotografiado y documentado. Estaban obligados a detallar toda su vida.
  • Una vez te acusaban de un delito que se inventaban, te torturaban hasta que te declararas culpable y por tanto contrario al régimen.
  • Algunas formas de tortura incluían las descarga eléctricas, la inmersión en tanques de agua o el ahorcado (descrito anteriormente).
  • Una vez confesabas «el crimen», eras ejecutado.
  • En sus últimos años, la desconfianza aumentó entre los mismos ejecutores de la dictadura y muchos de los que trabajaron en la prisión fueron condenados en la misma.
  • Uno de los supervivientes de la prisión S-21, Bou Meng, lo podrás encontrar en las inmediaciones del recinto vendiendo su libro como testimonio de las atrocidades allí vividas.

Para complementar la visita al museo del genocidio camboyano Tuol Sleng, no debes dejar de visitar los campos de la muerte de Choeung Ek, en las inmediaciones de Phnom Penh.

Tuol Sleng S-21 localización

Tuol Sleng tickets

La entrada al museo del genocidio camboyano la puedes comprar en el recinto directamente.

Horario: todos los días de 08:00 a 17:00h.

Entrada: Adultos 5$, niños 3$. Audioguía: 3$ (altamente recomendable)

Libros sobre los jemeres rojos

Si vas a viajar a Camboya, te recomiendo que, antes, durante o después de tu viaje leas experiencias en primera persona sobre el genocidio de los jemeres rojos o bien literatura ambientada en el país pues te servirá para acercarte un poco más a la cultura camboyana.

museo del genocidio camboyano

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