Al planificar tu ruta por el norte de Italia, puede que Brescia sea uno de esos lugares que te generen incertidumbre y dudas a la hora de incluirla en el itinerario o descartarla y, después de haber lidiado con esas mismas dudas, sólo puedo decirte que si te gustan las ruinas romanas…. ¡INCLÚYELA! Al igual que Bérgamo, es una escapada perfecta desde Milán y, con este artículo, te muestro todo lo que ver en Brescia en un día, para que dejes de dudar y vayas a conocerla.
Cómo llegar a Brescia
Brescia es una ciudad del norte de Italia que se encuentra muy bien comunicada, tanto por carretera como con la red ferroviaria italiana.
En coche
Puedes alquilar un coche y plantear tu ruta como un roadtrip, así podrás visitar Brescia en un día más cómodamente o dedicarle el tiempo que creas necesario.
En tren
Una de las mejores maneras de recorrer Italia, y la que yo utilicé, fue a bordo de un tren. Brescia está muy cerquita de otras ciudades italianas con patrimonio e interés monumental o natural para visitar, así que, tanto como si has montado tu campamento base en algunas de estas ciudades como si estás en ruta, el tren en Italia siempre es una buena opción.
Consulta los horarios y precios de billetes en la web de Trenitalia o Trenord.
Qué ver en Brescia, un recorrido por todos los siglos
Brixia, la Brescia romana
Empiezo a lo grande. Una de las mejores cosas qué ver en Brescia es el legado que dejaron los romanos, ruinas descubiertas a principios del siglo XIX y unas de las mejores del norte de Italia.

A la plaza del Foro podrás observar los restos del mismo, el que era el centro de vida civil y religioso de Brixia y por dónde, además, cruzaban las dos grandes calles de las ciudades romanas, el Decumanus y el Cardo. En la misma plaza, restos del templo Capitolino, han sido restaurados para transmitirnos cómo era al 73 d.C. Aquí se veneraba a la Tríada Capitolina (Júpiter, Juno y Minerva) y fue levantado encima de un Santuario Republicano.
El templo Capitolino tiene 3 celdas; el suelo de la primera y segunda está decorado con bellos mosaicos y en ellas encontrarás exhibidas diferentes piedras romanas, inscripciones honorarias y sepulcrales así como bases de monumentos y 3 pedestales dedicados a la tríada. En la última de las celdas, a través de una maqueta interactiva de Brixia y un vídeo tendrás una experiencia evocadora a lo largo de esta ciudad romana.
Además, una de las mejores cosas que ver en Brescia se encuentra bajo la plaza del Foro y es lo que se conserva del antiguo Santuario Republicano que posteriormente fue demolido para la construcción del Templo Capitolino. Son increíbles los frescos, mosaicos del suelo y la decoración que ha sobrevivido a siglos de historia así como la labor de reconstrucción que se ha hecho.
Además del templo Capitolino y el Santuario, en la plaza del Foro romano también podrás ver restos de la Basílica, que con sus 47 m de largo y 19 m de ancho, sólo se conservan fragmentos y para reconstruirla tendrás que echarle muuuuuucha imaginación.

Por detrás, se encuentra el Teatro romano, con una capacidad para 15.000 espectadores, construido al siglo III d.C asentado sobre una colina y dónde todavía puedes ver las gradas y revivir esos momentos de espectáculo romano. Fue reutilizado en la época medieval para realizar asambleas públicas.
Alta Edad Media: Monasterio de Santa Giulia
Otra de las joyas que podrás ver en tu ruta por Brescia en un día es el complejo monástico de Santa Giulia. Fue levantado encima de una antigua casa romana y fue ampliándose hasta el Renacimiento. Dedicado a San Salvatore, fue edificado por el duque Desiderio al 753 y dirigido por monjas benedictinas hasta el siglo XVIII.
Dentro de todo este complejo podrás realizar dos itinerarios, el primero para visitar el museo de la ciudad y, el segundo, para recorrer la historia del monasterio a través de sus edificaciones, y para ello, ya puedes reservarte un par de horas, o más, tranquilamente.
Museo de la Ciudad Santa Giulia
Un trascurso por la historia de Brescia que a partir de distintos hallazgos arqueológicos han permitido representar 3.000 años de vida; desde la prehistoria, pasando por la Brixia romana, la Edad Media y hasta el siglo XIX. Podrás conocer los primeros asentamientos de Brescia, las diferentes modificaciones del terreno según las civilizaciones que los ocuparon así como pasear por el arte y cultura en forma de frescos, esculturas y mosaicos que te prometo que valen mucho la pena.
Una de las mejores cosas es que desde el museo se accede a la Domus Ortaglia, una área de 1000 m2 que contiene las ruinas de las antiguas casas romanas, y que se encuentra en los jardines del monasterio. Es un complejo muy bien conservado, dónde podrás admirar su decoración original, frescos, mosaicos y objetos de la época. Si eres fan de estas obras tan pintorescas, prepárate porqué tu cámara va a arder.
Itineriario por el Monasterio de Santa Giulia
Para conocer la historia del monasterio qué mejor que pasear por él y descubrir sus diferentes espacios rehabilitados. El recorrido empieza paseando a lo largo de unas salas dónde se encuentra explicada la historia del monasterio y expuestas algunas esculturas relevantes.
Posteriormente, en la Iglesia de Santa Maria in Solario, construida al siglo XII, podrás recorrer dos salas dónde admirar dos de las joyas de Brescia: la lipsanoteca y la Cruz de Desiderio. La lipsanoteca es un reliquiario de marfil del siglo IV (se cree que procedente de Milán) decorado con pequeñas escenas religiosas la interpretación de las cuáles todavía está a debate así como su incierto uso y, la cruz de Desiderio, una cruz del siglo VIII que donó al monasterio el rey Desiderio y que está recubierta por 211 gemas muchas de ellas reutilizadas de otros objetos ornamentales.
En la Iglesia de San Salvador, podrás ver cómo a evolucionado la arquitectura ya que fue fundada por Desiderio al siglo VIII pero ampliada posteriormente con el estilo de la época, el románico al siglo XII y el gótico en su última renovación. Además, podrás ver el coro de las monjas, las paredes del cuál están recubiertas de espectaculares frescos. ¡Ah! y no te olvides de levantar la vista y admirar el techo.
Por último, a lo largo de toda la visita, podrás ir viendo y atravesando alguno de los 3 claustros del monasterio. Una visita, sin lugar a duda, que convierte Brescia en un destino perfecto que te sumerge en la historia de una forma asombrosamente amena.

Duomo Vecchio
Popularmente conocido como «rotonda» por la inusual forma circular de su planta, la vieja catedral de Brescia, fue erguida a finales del siglo XI y, su interior románico consta de un gran espacio central de 19 m de diámetro circundado por un deambulatorio y, entre sus tesoros, aguarda un sarcófago de mármol rojo de Verona dónde yace Berardo Maggi, obispo de Brescia, muerto al siglo XIV.
Palacio del Broletto y torre del Pégol
Uno de los palacios medievales más importantes de la ciudad es el palacio Broletto, dónde se desarrollaba la asamblea municipal y se hallaban las oficinas del gobierno. Su adyacente torre del Pégol, construida al silgo XII casi en su totalidad de madera, mide 53 metros y en lo alto de ella aguarda una campana.

Torre de la Pallata
Otro de los símbolos medievales de Brescia erguida al siglo XIII es la Torre de la Pallata. Tiene 31 metros de alto y a la base de la misma, hay una fuente del siglo XVI que representa la ciudad de Bresca y los ríos de la zona.

Castillo de Brescia

Como ves, Brescia en un día es perfectamente factible pero, no puedes marcharte de allí sin visitar su castillo medieval. No esperes ver un castillo a la alemana sino más bien guarda semejanza como fortificación al castillo de Spis. Una buena opción es subir al castillo por la tarde, para digerir la comida subiendo la cuesta que te espera hasta llegar arriba del todo.
El camino por la ciudad está muy bien indicado y, aunque hay varias opciones, puedes subir por un lugar y bajar por otro y así verás dos partes distintas de la ciudad.
El castillo de Brescia se alza al monte Cidneo y está circundado por jardines. Espera encontrarte con una ciudadela fortificada, con torres, baluartes, patios, antiguos puentes levadizos, fosos, almacenes y galerías subterráneas, vamos, lo que viene siendo un castillo en toda regla, de esos que invitan a la imaginación a jugar. Podrás pasear por los jardines, subir a las torres, pasar por debajo de los túneles y tener unas vistazas envidiables de toda la ciudad de Brescia.

En su interior, el castillo alberga el Museo de las Armas Antiguas, el Museo del Risorgimento y el Observatorio Astronómico Cidneo. Pero, un lugar gratuito que ver en Brescia y que es para amantes de las maquetas ferroviarias y de los viajes en tren, como una servidora que no concibe mejor medio de transporte, se encuentra en uno de los antiguos almacenes del castillo. Una gran maqueta con varios trenes en circulación así como otras muestras ferroviarias se exhiben en vitrinas, eso si, si quieres acercarte mucho tendrás que vértelas con todos los niños que enloquecidosy y embelesados corretean de un lugar a otro de la maqueta.

El Renacimiento de Brescia
Duomo Nuevo
Uno de los edificios que verás seguramente antes de incluso la Brixia romana, y que se encuentra al lado del Duomo Vecchio es la Catedral Nueva o Duomo Nuovo. Este se encuentra al lado de la catedral vieja y en la misma plaza que la oficina de turismo, por lo que será una de tus primeras visitas en tu ruta de un día por Brescia.

Impone por su fachada de mármol blanco, que se empezó a construir al siglo XVII aunque la construcción total de la catedral no se terminó hasta dos siglos más tarde. Además, destaca por levantar la tercera cúpula más alta de Italia, a 80 metros, después de la de San Pedro de Roma y Santa María de las Flores en Florencia.

La plaza de la Loggia
Otro de los símbolos de Brescia son sus plazas (incluso puedes hacer una ruta visitando las 10 más representativas) y, si hablamos del Renacimiento, la plaza Loggia dicen que es una de las plazas venecianas más armoniosas. Dónde anteriormente había una red intrincada de callejuelas medievales, durante un siglo se trabajó para construir todo lo que hoy en día alberga.

La Loggia, es el edificio simbólico de la ciudad dónde participaron varios arquitectos famosos en su diseño y la cuál presume de su decoración escultórica. En la misma plaza, también podrás encontrar el Monte Vecchio de la Pietà, el cuál alberga un museo que conserva y protege fragmentos romanos hallados a lo largo de años de excavaciones y, por último, un elemento que seguro que te recuerda al de Praga, es la Torre del Reloj astronómico.
Empieza a planificar tu ruta con alguna de las guías propuestas.
- The Italian Lakes, Lonely Planet.
- The Rough Guide to the Italian Lakes, Rough Guide.
- Italia Norte, Trotamundos.
If you like it, 📌Pin it!
