Un sinfín de calles irregulares, adoquinadas, flanqueadas por multitud de iglesias y gente que las recorre con prisas. Obras, calles levantadas, coches abollados, sin retrovisores, 3 en una moto, ni orden ni ley. Ropa mojada, colorida, que viste edificios grises. Olor a detergente y polvo. Hoy es día de mercado; fruta y verdura llenan las paradas, una intensa mezcla de aromas ahoga el ambiente… ¿a qué huele? ¡ah sí! es el queroseno que se mezcla con el pescado del día. ¿Cómo no vas a querer visitar esta ciudad? Qué ver en Nápoles en 2 días sin morir atropellado.
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Visitar Nápoles en 2 días: qué ver y hacer
Nápoles es una escapada perfecta para un fin de semana por Europa. Además de ser un destino asequible, se come estupendamente bien y tiene varios lugares de interés que te mantendrán sin parar en todo el día. Por otro lado y si dispones de más tiempo, visitar Nápoles en 3 días te permitirá hacer una escapada a un lugar imprescindible si te gusta la historia, las ruinas de Pompeya y Herculano, así como una visita al famoso Vesubio que las dejó en su estado actual. ¡Vamos al grano!
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1. El duomo
No te esperes una catedral tan imponente como la de Milán pues il duomo de Nápoles está muy lejos estéticamente de ella pero, lo que es realmente importante aquí, a parte del edificio en sí, y sobre todo para los napolitanos, es su patrón, que ahí yace, y su licuefacción sanguínea. Mientras éste «sobrenatural» proceso siga ocurriendo, Nápoles estará protegido y, a los hechos me remito cuando digo que algunos desastres que ha vivido Nápoles ha dado la casualidad que la sangre del santo no licuó. Aunque hay algunas veces, que ésta no lo ha hecho y no pasó absolutamente nada. Poderes divinos.
Al final, si quieres ver como la sangre sólida de San Genaro se torna milagrosamente líquida, tienes 3 oportunidades al año para verlo. La sangre se guarda como reliquia en un vial y, después de agitarla, ésta cambia su estado sólido a líquido. ¡Milagro! ¡Nápoles estará protegida!
Mientras que la iglesia no permita que los científicos le metan mano al vial y desmientan con pruebas toda esta pantomima, los napolitanos siguen depositando su fe, y la de su ciudad, en ello. Para verlo.
2. Iglesia San Paolo Maggiore
Una iglesia para admirar sus frescos, aunque estén un poco dañados. La reconocerás porqué en su delantera aún se conservan dos columnas romanas que formaban parte de un antiguo templo y ahora sustentan la fachada de esta iglesia. Su interior, decorado con mármol, junto con las pinturas y frescos y los colores que pintan la iglesia, es realmente bello. Y además, si tiene entrada gratuita, por qué no echarle un ojo, ¿verdad?
3. Quartieri Spagnoli, un imprescindible qué ver en Nápoles
Si algo define Nápoles es su caos y calles estrechas y, más allá del centro, también lo encontrarás en el Quartieri Spagnoli, el cuál albergó al siglo XVII las tropas españolas, de ahí su nombre. Sus empinadas escaleras, sus oscuras calles, su cableado (nada que envidiarle al de algunos países de Asia), sus banderas de colores, su gentío y sus gritos, sus motos… ¿Fotogénica y seductora? Sí. Pero al final ten en cuenta que no deja de ser una zona pobre de la ciudad.
4. Galería Umberto I
Construida al siglo XIX fruto de un replanteamiento territorial de la zona de Santa Brigida, la galería Umberto I recuerda un poco a la Galería Vittorio Emmanuelle II de Milán. Su cúpula de cristal, su estructura de hierro y su zona comercia hacen que sea un lugar que bien merece una visita si pasas por delante y te viene de camino a algún otro lugar de la ciudad.
5. Castillo Nuovo y delle Ovo
Otra de las cosas qué ver en Nápoles son sus castillos. El castillo Nuovo fue erguido al siglo XIII y fue dónde posteriormente vivió Alfonso I y su corte. A día de hoy alberga en su interior el museo cívico de la ciudad. Por otro lado, el castillo delle Ovo también acepta visitantes y su aspecto actual fue diseñado y construido por los normandos. Visto desde fuera, tanto en uno como en el otro, ya se aprecian como una gran y sólida fortaleza pero, a pesar de que me chiflan los castillos en éstos no pude entrar ni ver su interior (por falta de tiempo) por lo que motivos para volver a Nápoles no me faltan.
6. Nápoles subterranea tour
De las mejores cosas qué hacer en Nápoles sin lugar a duda. En el tour por el subsuelo de Nápoles descubrirás restos de la antigua ciudad greco-romana de Neapolis, todo un patrimonio que yace 40 metros por debajo del suelo del centro histórico y que te transporta 2400 años atrás.
El tour por Nápoles subterranea tiene dos partes y aunque no voy a explicártelo todo para que lo descubras por ti mismo, sí te hago una pequeña descripción de lo que encontrarás.
En la primera, podrás pasar por antiguas galerías que conducían el agua y verás también un experimento botánico que están llevando a cabo en el subsuelo: un jardín hipogeo.
Una de las mejores partes de la visita, y cuidado si tienes claustrofobia, pasa por andar pos húmedos y estrechos pasadizos a la luz de una vela para llegar a grandes cisternas que almacenaban el agua de Neapolis.
Pasados los años, éstas galerías subterráneas también sirvieron como refugio antiaéreo de los bombardeos en la WWII y verás algunos elementos expuestos, como antiguas bombas, que narran parte de la larga historia de Nápoles subterránea.
En la segunda parte del tour, a través de una antigua casa decorada, podrás acceder a la escondida bodeguita que tenía, que no es otra cosa que parte del teatro greco-romano de Neapolis. Es muy difícil imaginarse el teatro pues la estructura en si forma parte de las casas del casco antiguo, pero merece mucho la pena andar pos los pasadizos e imaginarte como era vivir como un romano.
Una de las cosas que más me llamó la atención fue cómo estaba construido el teatro, pues parte de él seguía una distribución romboide. Según me contaron era para evitar el colapso si había un terremoto ya que la distribución del choque en diagonal siguiendo las líneas del rombo hacían más estable la estructura que si fuese en horizontal. Toda una ingeniería.
Para terminar el tour de Nápoles subterránea, debajo de lo que fueron las últimas gradas del teatro alberga una exposición con diferentes figuras relacionadas con el pesebre.
✦ El tour suele durar 1h y media aproximadamente y las entradas vuelan. Con la ArteCard Campania y la NaplesPass tienes descuentos. No te quedes sin hacer el tour por la Nápoles subterránea, reserva tu tour guiada en inglés ¡ya!
7. Calle Gregorio Armeno, cuna del pesebre
En pleno centro histórico encontrarás una calle en la que sumergirte en la Navidad, no importa la época del año, es posible. La calle Gregorio Armeno está llena de los mejores artesanos de pesebres y de sus figuras, más tradicionales o más actuales, pero todas ellas talladas y pintadas delicadamente.
Hay verdaderamente grandes obras de arte y, si eres de hacer el pesebre en Navidad, una Pucinella napolitana podría quedar la mar de bien. Si eres de los que les gusta comprar souvenirs, toda la calle está llena del preciado amuleto napoliano: el Cornicello.
8. Catacumbas de San Gaudioso
Si quieres seguir explorando el subsuelo napolitano, otra de las cosas qué hacer en Nápoles es visitar las catacumbas de San Gaudioso. Junto con Nápoles subterránea fue de lo que más me gustó de la ciudad, así que te lo recomiendo bastante.
Las catacumbas se encuentran dentro de la iglesia Santa Maria della Sanità datan del siglo IV y V d.C y a través de una visita guiada, podrás adentrarte en ellas y conocer su historia.
Primero, su nombre se debe por acoger la tumba de San Gaudioso, un obispo africano perseguido y exiliado de África y que llegó en barco a Nápoles, dónde se le atribuyen grandes labores cristianas y se le venera por ello. Siglos más tarde, el lugar sufrió un abandono progresivo y no fue hasta el siglo XVII dónde se le volvió a dar uso pero esta vez albergando los cuerpos del clero y la nobleza de la época.
El cuerpo del fallecido no se enterraba entero sino que se drenaba todo el líquido del cuerpo y una vez «seco» los huesos eran los que ocupaban la tumba.
Lo que más me gustó de la visita fue ver la manera en la que eran enterrados; un fresco representaba el cuerpo del difunto, con su vestimenta, sus objetos, que permitían clasificar su estatus y, en el lugar de la cabeza, había un agujero que era dónde se emplazaba el cráneo.
No exagero, a mi parecer claro está, si digo que visitar las catacumbas de San Gaudioso es una de las mejores cosas que puedes hacer en Nápoles, y sin haberlas visitado, seguro que las de San Gennaro no defraudan.
Con la ArteCard Campania y la NaplesPass tienes descuentos en la entrada (nosotros pagamos 5’40 €, éramos 2 en el grupo y fue tour en castellano). Las visitas son siempre guiadas y tienes varios idiomas disponibles.
✦ Si no te importa hacerla en inglés o italiano y quieres reservar tu entrada con antelación puedes hacerlo aquí: entrada catacumbas San Gaudioso | entrada catacumbas San Gennaro.
Si dispones de 3 días (o 2 días bien organizados pues también requiere de visita guiada), otra de las cosas qué ver en Nápoles son las catacumbas de San Gennaro, donde se encontró la primera tumba del mártir antes de transferirlo a su lugar actual, el duomo, así como varias tumbas de nobles y obispos.
9. Palacios de La Sanità
Aunque es uno de los barrio más pobres de Nápoles, entre sus calles se esconden un par de joyas en forma de palacete. El nombre del barrio significa «salud» y su nombre se debe por estar situado fuera de la antigua ciudad, en un entorno más higiénico.
Te aseguro que desde el primer momento en que me metí en sus entrañas, me transporté en un mercado de la mismísima India o en las calles de Phnom Penh; por el olor de agua putrefacta mezclada con las aromas de fruta y verdura, por el gentío, el vaivén y en definitiva el ambiente. Pero oye, ¡qué esto no te eche para atrás! Estos son los dos palacetes de La Sanità qué ver en Nápoles (aunque un poco de chapa y pintura no les iría nada mal).
Palazzo dello Spagnolo
De arquitectura barroca napolitana, este bello edificio destaca por la doble escalera que lleva hacia las distintas planta y los frescos que tiene pintados (aunque algunos destruidos o deteriorados). De hecho, mirándolo desde el mismo patio interior todo él luce magnificente.
Palazzo Sanfelice
Con una arquitectura similar al anterior, este palacete construido al siglo XVIII resta escondido al ojo del turista detrás de una gran fachada con dos pisos, que bien puede pasar desapercibida si no te fijas en los estucos y bustos que la decoran. Pasa por debajo de la portalada y, en un estado un tanto decadente y misterioso, lo encontrarás allí plantado.
10. El claustro de Santa Chiara
Lo que realmente determinó mi visita a Santa Chiara fue su claustro. Ese patio con naranjos rodeados de un pórtico y bancos decorados con tonalidades naranjas y amarillas me llamó lo suficiente para incluirlo en ruta. La iglesia en si no despierta muchas pasiones pero el claustro es digno de admirar y considero que es otra de las joyas qué ver en Nápoles.
Pero además, y seguimos descubriendo Neapolis, puedes visitar a través de unas pasarelas los restos de baños romanos que no fueron destruidos en los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
11. Arte en el metro
La linea 1 del metro de Nápoles está cargada de arte y es que o bien llevan un diseño especial o bien se han incorporado elementos que se encontraron en las excavaciones para su construcción. La que más destaca sería la estación de Toledo, aunque Università o otras como Dante, Museo, Municipio… merecen un parón si te gusta este tipo de turismo.
13. Plaza del Plebiscito y Palacio Real
Una enorme plaza en la que destaca en un extremo la enorme cúpula de una iglesia y, en el otro, el palacio Real.
Aunque de fuera parece un edifico más burocrático que otra cosa, de dentro tiene todos los elementos para considerarse un palacio: es extravagante, recargado, pomposo y digno de ver. Hay varias estancias que puedes visitar con la entrada, entre ellas un teatro privado, la sala del trono, la capilla así como algunas habitaciones con pinturas y objetos antiguos que se exhiben.
14. Vomero y el Castillo de San Elmo
Vomero es un barrio principalmente residencial situado en una colina en la que puedes llegar con alguna de las tres lineas de funicular que salen desde el centro. Ir a Vomero es ver otro Nápoles. Sales del caos para entrar al respetuoso silencio. Fue una sensación, si más no, extraña.
En Vomero es dónde se encuentra el castillo de San Elmo, una fortificación estratégicamente diseñada y usada a lo largo de los años como prisión para disidentes del régimen. Más allá de la fortaleza, las mejores vistas de Nápoles las tienes de bien seguro desde aquí arriba. Se divisa toda la línea de costa de la ciudad así como la arteria principal que divide la vieja Nápoles, Spaccanapoli.
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Cómo ahorrar en tu visita a Nápoles
- Si realmente quieres disfrutar de tu visita a Nápoles calcula si te sale a cuento comprarte la tarjeta NaplessPass o la ArteCard Campania. Tienes varias modalidades, con transporte o sin, pero si te organizas bien, te sale a cuenta seguro ya que piensa que casi todas las actividades culturales son de pago.
- Si vas a visitar Nápoles en 3 días y quieres acercarte a Pompeya, Herculano o subir al Vesubio, deberías poner éstas actividades como las primeras en tu uso de las tarjetas, ya que depende de la modalidad incluyen las 2 o 5 primeras actividades gratuitas y éstas son las más caras.
- En mi caso utilicé la ArteCard Campania pues para los días que estaba y las actividades me salía mejor de precio. Chequea siempre las condiciones y atracciones que entran antes de comprarlas pues con el tiempo pueden variar.
Alojamiento en Nápoles
¿Dónde dormir en Nápoles? Como siempre tienes varias opciones y cuánto más alejado del centro, más barato. En mi caso me alojé en Mimì – Maison de Charme, en una habitación enorme para 4 personas (éramos sólo 2) con baño privado, teníamos compartidos tanto la cocina como una sala común.
📚 Guía en papel para viajar a Nápoles por libre
- Naples Pompeii & The Amalfi Coast (Rough Guides)
- Nápoles, Pompeya y la Costa Amalfitana (Lonely Planet)
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